¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Todavía sorprendido? Por aquí de nuevo Pedro para intentar hacer un análisis de lo que dejó el domingo y cuál es el panorama hacia adelante, en un país que no para de darnos sorpresas.
El título de la entrega del viernes fue incertidumbre y final abierto. Nadie tenía muy en claro que podía pasar y había una variedad de escenarios posibles. En general, se coincidía en que íbamos camino a un balotaje Milei vs Massa, aunque pocos preveían que se podía invertir el orden. De las muchas encuestas que se hicieron en la semana previa a nivel nacional, sólo 4 a las que pude acceder daban ganador a Massa en esta primera vuelta.
Entonces, ¿cómo se explica el resultado?
Retomo textual un párrafo de la última entrega del viernes que aporta algunas pistas iniciales.
“Que un ministro de economía con 140% de inflación y 40% de pobreza se mantenga competitivo, todavía tenga posibilidad de entrar en un balotaje y ganar es difícil de comprenderlo. Es el peronismo, pero también son sus competidores. La realidad es que estamos votando el menos malo, Bullrich no ha logrado movilizar voluntades y Milei en algunos sectores despierta esperanzas, pero en otros genera miedo y rechazo”.
Profundicemos con algunas preguntas empezando desde abajo.
¿Porqué perdió Juntos por el Cambio?
Si preguntábamos a cualquier analista hace 6 meses que espacio político tenía mayores probabilidades de ganar las elecciones, casi sin dudarlo hubiera apostado por JxC. Es difícil encontrar otros casos donde se hayan cometido tantos errores en tan poco tiempo para pasar de ser favoritos a quedar terceros. Es todavía más increíble si además le agregamos que a pesar de la pobrísima elección nacional, JxC ha ganado en 9 provincias, más la Ciudad de Buenos Aires; algo histórico en Argentina para una fuerza no peronista.
¿Las causas? Recojo algunas que veníamos diciendo en la previa en diversas entrevistas.
Una interna innecesaria y descarnada (producto de esta misma expectativa donde creían que aquel que la ganaba ya era presidente) que los desgastó internamente y dejó heridos por todos lados y sobre todo, no les permitió enfocarse en construir una oferta electoral única y sólida.
Incapacidad total del espacio para hacer una autocrítica sobre el periodo 2015 – 2019 que le permita reconciliarse con la sociedad. JxC en general y Macri en particular, siguen insistiendo que ellos gobernaron bien y que la sociedad se equivocó.
Deficiencia de la oferta electoral y principalmente en el tema económico. ¿Qué proponía Patricia Bullrich? La economía era y sigue siendo el principal driver de la campaña, sin embargo, JxC eligió hablar de “Orden” y terminar con el kirchnerismo, y cuando quiso hablar de economía terminó siendo un meme. Intentaron subsanar esta deficiencia con Melconián, pero el elector necesita encontrar en los lideres solidez y certezas sobre los temas que más le preocupan.
¿Por qué Milei no creció?
Primero, hay que decir que Milei hizo una gran elección. Un espacio con dos años de vida que coseche 30 puntos y esté en un balotaje nacional, es todo un logro. Pero se cometieron algunos errores que muchos analistas ya advertían en la previa.
Primero, el problema de las expectativas. Después de las PASO y por lo números que llegaban de las diversas encuestadoras, Milei y su espacio, tal vez por amateurismo político, hicieron algo que nunca se debe hacer en estas instancias, decir públicamente que están ganando y que están cerca de cerrar la contienda en primera vuelta. Se creyeron ganadores, se agrandaron, salieron a hablar antes de que el partido comience.
Puesto el resultado, la derrota fue un baldazo de agua helada y un golpe anímico que les va a costar asimilar.
En segundo lugar, tal vez por este mismo efecto de que se sentían imparables, se salieron del libreto económico, pusieron a la población a conversar tópicosy propuestas disruptivas con altísimo rechazo y explotaron los puentes que hoy necesitan para expandir las fronteras de su voto potencial.
Sólo por mencionar algunas: Atacar la figura del Papa y romper relaciones con el Vaticano, renuncia de la paternidad, venta de órganos, privatización del mar, negación del cambio climático, ataque a los adultos mayores, boxear un muñeco con la cara de Alfonsín y destrato y agresiones directas y personales a los radicales y al larretismo.
Errores no forzados. Nadie los metió en esa, se metieron solos.
¿Y entonces por qué Massa ganó?
Hizo lo deberes. Cronológicamente podemos ordenarlo de la siguiente manera.
1. Ordenó y disciplinó a su fuerza política. El 8 deseptiembre, reunió gobernadores, sindicatos, CGT, CTA y dirigentes de peso como Wado de Pedro y Máximo Kirchner, y activó las estructuras para recuperar votos donde sabía que podía hacerlo. Además, tomó el liderazgo, centró la campaña en su persona y no habló desde entonces de nadie más que él.
2. Recuperó la iniciativa política y la agenda pública utilizando, si se quiere, de forma desmedida los recursos del Estado. Eliminación del impuesto a las ganancias, devolución del IVA, créditos a jubilados y monotributistas, eliminación de retenciones a economías regionales, etc.
3. Activó el miedo. En el tramo final, dejó de hablar tanto en positivo de sus propuestas para hablar del impacto posible de las propuestas de Milei. No tuvo que inventar nada, sólo contrastar o difundir lo que Milei o alguno de sus dirigentes decían en medios o actos y darle el marco de interpretación conveniente. Esto le permitió obturar el crecimiento del libertario y ponerlo a dar explicaciones sacándolo del foco económico y propositivo.
¿La sociedad se convirtió en massista?
No, un 63% no lo votó, pero primó la lógica del menos malo y en un escenario de fragmentación electoral, lo que es la peor elección del peronismo de su historia fue suficiente para darle una victoria.
¿Y ahora qué?
Empieza un nuevo partido que está para cualquiera. Veamos qué posibilidades de ampliar tiene cada uno.
Massa con la bandera de la unidad nacional, va por todo lo que dejó herido a Milei en el camino y el voto moderado. Radicales, larretistas, socialistas, votantes de Schiaretti y aquellos que no fueron a votar. Los va a interpelar con clivajes que ponen en juego sus valores y principios históricos como la educación pública, derechos humanos, la justicia social, la democracia, etc.
El camino de Massa es predecible y puede transitarlo con comodidad. Lo viene construyendo en su narrativa y acciones desde que terminaron las PASO, sabiendo que el balotaje era lo más probable.
En menos de 48hs ya empezamos a ver declaraciones de varios sectores en contra de Milei. Lo dijo Larreta y lo dijeron una gran cantidad de dirigentes radicales y de otros espacios.
Ahora, la tarea de Massa es convencerlos de que con el, sí.
Por su parte, Milei apuesta al voto duro antiperonista histórico. Al seguidor mas ferviente de Macri o Bullrich, que en ninguna circunstancia podrían votar un peronista. Ya lo empezó a hacer en el discurso del domingo de manera reactiva y te diría hasta casi con desesperación, rompiendo toda su narrativa construida en la campaña. No sólo dejó de hablar de casta, sino que habló de juntos y de kirchnerismo, algo que a Bullrich estuvo lejos de funcionarle.
Y siguió entre ayer y hoy con el ofrecimiento de CARGOS. Justo Milei que sostenía un gobierno nacional con sólo 8 ministerios. Ya se habla de un posible acuerdo con Macri para entregar 6 ministerios a cambio del apoyo del PRO y le ofreció públicamente seguridad a Bullrich y capital humano a la izquierda. Si, como leyeron, a la IZQUIERDA, que por supuesto ya salió a decir que rechazaba la oferta.
Con esas declaraciones/acciones Milei tira por la borda mucho de lo que construyó y lo hizo diferente y desactiva unas de las principales críticas a Massa, el ser “panqueque”. Qué difícil es ahora para Milei explicar que le ofrece un ministerio a una montonera que ponía bombas en jardines de infantes o a los zurdos que de mínima los trataba de ignorantes.
Pero además, Milei y su equipo se olvidan de una premisa básica en estas instancias electorales. Que los dirigentes tienen escasa capacidad de direccionar el voto y que lo importante es hablarle al votante, no ofrecer cargos y acumular dirigentes.
Así y todo, sólo por ese voto antiperonista acérrimo, Milei podrá crecer seguramente hasta los 40 puntos. Pero de ahí en adelante le va a costar.
Para terminar, la experiencia de balotaje en América Latina demuestra que son batallas de altísima competitividad y paridad, y que esta no va a ser la excepción. El triunfo de uno u otro va estar en los detalles y en quien cometa menos errores.
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Un abrazo.
Pedro.