La necesidad de los consensos
LETRA CHICA: análisis, información y datos para entender la política.
¡Hola a todos! Aquí les habla Facundo Guzmán, aprovechando la oportunidad para saludarles en este prometedor año 2024. Como ya nos comentó Felipe Berardo en la edición anterior, el tema de conversación obligado sigue siendo la gran saga de la Ley Ómnibus, que cerró su primera temporada con su aprobación en general.
Siguiendo la predicción de varios analistas políticos, la ley ómnibus se aprobó en general. Sin embargo, ahora nos enfrentamos a los detalles de la votación en particular, lo cual nos mantiene en vilo, ya que el tratamiento comenzará en breve.
Los alineados, los dialoguistas y los disidentes
Haciendo una radiografía el oficialismo con su bloque de “La Libertad Avanza”, dirigida por Oscar Zago, contó con 37 votos a favor, sumado a esto tenemos al bloque del “pro” liderados por Cristian Ritondo que votó alineado completamente al gobierno podríamos decir a libro cerrado, también con 37 legisladores.
Luego tenemos a la oposición dialoguista con el bloque de la UCR, liderada por Rodrigo de Loredo, tuvo 32 votos a favor, pero 2 diputados votaron en contra: Pablo Juliano y su referente político, Facundo Manes, quien dio un encendido discurso en contra de toda la propuesta haciendo énfasis en las facultades delegadas. Con respecto al bloque “Hacemos Coalición Federal”, liderado por Miguel Ángel Pichetto, 18 votaron a favor y 4 en contra: los socialistas Mónica Fein y Esteban Paulón, la bonaerense Margarita Stolbizer y la cordobesa Natalia de la Sota no apoyaron la iniciativa. Lo mismo sucedió con Por Santa Cruz, que se partió en dos mitades: Sergio Acevedo votó en contra pero su compañero, José Luis Garrido, lo hizo a favor.
Tener y mantener el consenso con estos bloques es clave para que el oficialismo pueda continuar con el quórum en la sesión y lograr superar la votación en particular. Sin embargo, no son los únicos; también existen otros bloques más pequeños con un alineamiento obligado con el gobierno como ser “Innovación Federal”, “Independencia”, entre otros que suman en total 19, los cuales jugarán un papel crucial para la votación particular.
Los bloques que rechazaron el proyecto de manera unificada fueron “Unión por la Patria” con 97 e “Izquierda” con 5. En total, hubo tres ausentes: Guillermo Snopek y José Gómez, de Unión por la Patria, y el sindicalista petrolero Jorge Avila, de Hacemos. Podés leer más en el siguiente artículo y sí queres ver la votación desglosada diputados por diputado entra aquí.
Después del desguazadero
Una ley que inicialmente contaba con 600 artículos se redujo a poco más de 380, de los cuales hay algunos puntos clave a tener en cuenta para la votación en particular. En cuanto a las facultades delegadas al Ejecutivo, los votos de los diputados de Córdoba son fundamentales para avanzar tanto con las emergencias como con las facultades delegadas. Durante las negociaciones, los cordobeses indicaron que sólo estarían dispuestos a aprobar tres emergencias: fiscal, administrativa y de seguridad, las mismas tres que tiene Llaryora como gobernador. Así, los votos serían muy ajustados para la emergencia tarifaria, económica y energética.
En relación a las privatizaciones, el consenso no es total. La lista final de empresas que pueden ser vendidas se redujo de 39 a 30. Estas incluyen tres compañías que sólo podrán ser privatizadas parcialmente: Banco Nación, Nucleoeléctrica Argentina y ARSAT, las cuales son muy resistidas por la oposición debido a que son consideradas estratégicas.
Además, las empresas se dividieron en tres artículos, con sus respectivos anexos con listas de empresas sujetas a privatización total y una de privatizaciones parciales. Esta división estratégica buscaba facilitar que la oposición pudiera votar negativamente en casos específicos, sin hacer caer todo el paquete. Sin embargo, el recorte no logra por el momento suficientes apoyos y el radicalismo no apoya la privatización del Banco Nación.
Existe en el Congreso un clima de tensión permanente. El vínculo casi nulo entre Unión por la Patria y ramas del peronismo frente a La Libertad Avanza es el más lógico. Lo que más debería preocupar al Gobierno es su relación con los bloques dialoguistas. Las principales figuras legislativas de estos espacios han criticado repetidamente, y durante las últimas semanas, la falta de habilidad política para generar acuerdos y negociar, punto por punto, el enorme proyecto de ley. Miguel Ángel Pichetto (Hacemos Coalición Federal) y Rodrigo De Loredo (UCR) marcaron sus diferencias con el oficialismo, criticaron la falta de experiencia del Gobierno para negociar la ley y se mostraron como garantes de la gobernabilidad.
Con ellos y los gobernadores, el oficialismo deberá emprender la dura misión de salvar lo que queda de la ley y acordar los capítulos centrales para poder aprobar la votación en particular. El oficialismo debe volver a asegurarse el quórum y desbloquear la negociación del Impuesto País, la emergencia, las privatizaciones y las delegaciones de facultades.
Una pregunta que se repite
La misma pregunta que Felipe Berardo se hizo en su Letra Chica, ¿están los legisladores a la altura del debate?, es una que también me hago. Tenemos varios casos llamativos para destacar en este sentido. Desde diputados de la izquierda solicitando que se retiren personas que estaban observando la sesión, hasta escenas como la de Cecilia Moreau pidiendo la palabra solo para solicitar que se habiliten los ascensores. También podemos mencionar ciertos “chistes” que hizo el diputado salteño de La Libertad Avanza, Carlos Zapata, comparando a gobiernos anteriores con una gomería, o el caso de la diputada Victoria Tolosa Paz del bloque Unión por la Patria, que hizo una analogía con el cuento de los tres chanchitos.
En el Congreso se está debatiendo una verdadera ley fundacional que, a juicio del oficialismo, proporcionará las herramientas necesarias para llevar adelante su gobierno. Mientras tanto, en las calles se han producido movilizaciones, actos de violencia contra funcionarios públicos, periodistas y civiles. Nuestros legisladores nacionales están utilizando su tiempo de palabra para recriminar actos de gestiones pasadas o lanzar chicanas poco ingeniosas. De los 160 oradores, muy pocos respetaron el máximo de 5 minutos para su intervención. El nivel de discusión de los diputados y diputadas nacionales puede ser objeto de debate, pero dada la situación que se vive en Argentina estas semanas, quizás deberían haber tenido en cuenta la propuesta de Miguel Ángel Pichetto. Él sugirió que solo deberían hablar los presidentes de bloque y los legisladores que sean expertos en los temas específicos a tratar, lo que habría reducido drásticamente el tiempo de tratamiento de la ley.
¿Qué podemos esperar?
Existen dudas y más dudas, especialmente dentro del bloque de Pichetto (HCF), sobre el rol que jugarán los diputados dialoguistas y no tan dialoguistas en el tratamiento de la ley a partir del martes. Mientras Milei está desarrollando una gira diplomática por Europa e Israel, sus legisladores y armadores políticos están luchando para conseguir la aprobación de los artículos fundamentales de la ley. Otra inquietud son los movimientos que tendrán los gobernadores para alinearse con ciertos artículos, donde cada provincia podría votar de manera diferente. Entonces, uno se pregunta, ¿cómo estará la rosca política en este momento?
Entre las muchas otras dudas que pueden surgir, podríamos plantear una fundamental: ¿Estas medidas realmente nos servirán para volver a ser un país pujante o solo terminarán perjudicándonos? ¿Afectará negativamente a la clase media? Recordemos que fue la que en parte apoyó inicialmente la propuesta libertaria. ¿Qué piensan los estudiantes que no están encontrando respuestas satisfactorias para los alquileres? ¿Y los sectores empresariales que vieron de cerca el aumento de los aranceles a la exportación o a los biocombustibles?
Estamos atravesando una profunda crisis de representación que está afectando la confianza en los partidos políticos tradicionales y trasladando las expectativas hacia nuevos liderazgos con escasa estructura y experiencia de gestión. Para mantener el apoyo popular en estos tiempos en los que la sociedad busca soluciones inmediatas, es necesario plantear un futuro en el que los argentinos estemos, al menos, un poco mejor que ahora. Esta es una tarea difícil, teniendo en cuenta los datos de la inflación de enero, más del 20%, o una perspectiva del FMI que plantea una recesión del 2,8% para este año.
Por ejemplo, Gustavo Petro llegó a la presidencia de Colombia en agosto de 2022 y para noviembre de 2023 ya contaba con un 66% de desaprobación (Datexco, 21 de noviembre de 2023) y no ha podido aprobar ninguna de sus reformas sociales. De igual modo, Gabriel Boric asumió en Chile en marzo de 2022 y actualmente acumula una desaprobación del 65% (Cadem, 20 de noviembre de 2023), caída que se acentuó después de no poder aprobar el plebiscito constitucional. Entonces, ¿cuál será la zanahoria de oro que el gobierno pondrá frente a la sociedad para mantener los apoyos con los que asumió?
Hasta aquí llego mi Letra Chica pero sí queres conocer más te dejo algunos articulos que salieron en las últimas horas:
Diputados: se demora la ley ómnibus y preparan nueva prórroga de extraordinarias
El futuro de la Ley Ómnibus: luego de su aprobación en Diputados, ¿cuándo se vota en el Senado?
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Un gran abrazo, Facundo.